El cuento “Maruja”,de
la autora Ema Wolf, relata la historia de un monstruo ordinario y maniático
llamado“Veremundo”;uno de los personajes
principales de esta historia…
Un día, el cementerio donde descansaba su tía Maruja se inundó, entonces el
fantasma de “Maruja” tuvo que recurrir a su sobrino. Ella se mudó a su casa sin
el permiso de su sobrino, pero a él no le gustó mucho esa visita. Ellos vivían peleando
por cualquier cosa, y muy a menudo. A él le molestaba mucho su presencia en su
casa, absolutamente todo. Pero a su tía no le importaba lo que el pensará,
hacia lo que quería y hasta organizó una gran fiesta de bienvenida con sus
amigos…
Sin embargo, su tía siguió haciendo de las suyas y se
inscribió en un “Curso para Detectives”por
Televisión ya que estaba muy aburrida y no veía soluciones en su tumba, por
parte de Obras Sanitarias ni mucho menos por parte de la Municipalidad.
Una vez finalizado el curso, la tía Maruja volvió a hacer
otra gran fiesta: “un baile de graduación”
con sus amigos: banda de espectros, espíritus, espantos, vampiros, vecinos del
cementerio que también habían sido afectados por la inundación… Veremundo, su
sobrino, estaba muy enojado…
La tía comenzó a ejercer su profesión en la casa de
Veremundo, y en su tarjeta de presentación puso el teléfono de su sobrino, esto
lo enojó aún más. Y de pronto llego su primer cliente, su primer caso… Ella
estaba muy feliz y entusiasmada, era un alma en pena que había perdido su
cabeza, su nombre: “Basilio”. Comenzó
a hacerle preguntas e inmediatamente se puso a solucionar el caso… investigó el
lugar del hecho,una ligustrina donde “supuestamente” habían robado la cabeza de
Basilio, buscó huellas digitales, pelos, pistas, pisadas. Estuvieron tan
ocupados su sobrino y su tía tratando de solucionar este misterio que los
enloquecía, que ni cuenta de sus vidas personales.
Hasta que un día, vieron bajar desde la chimenea a Basilio,
con su cabeza en sus manos. Ellos no comprendían el por qué e inmediatamente le
preguntaron. Basilio muy tímido, pidió disculpas acerca de lo ocurrido y aclaró
que se lo había olvidado en el dentista a su cabeza. Veremundo y Maruja muy
enojados porque Basilio les hizo perder el tiempo, pero igualmente estaban
felices por qué había encontrado su cabeza…
Cierto día aparecieron los amigos de Maruja, en plan de
fiesta, ya que tenían una gran noticia: “el
caño, que había inundado el cementerio, se había destapado por milagro y casi no
quedaba agua”. Al día siguiente se despidieron, ella volvió al cementerio y
Veremundo siguió con sus estudios e investigaciones. Cuando llegaron las
vacaciones de Julio, consulto en su almanaque y recordó que en pocas semanas,
su tía, cumplía años de defunción… A lo mejor iría a visitarla…
~ FIN ~